De acuerdo a un plan del
Gobierno, la entidad reestructurará sus funciones en cuatro meses.
En ese periodo de tiempo, Caprecom dejaría de prestarle
atención a los presos del país y cedería los contratos de atención en
hospitales para centrarse en el negocio del aseguramiento.
Así lo reveló Beatriz Londoño, ministra de Salud y Protección
Social, durante una reunión con diputados antioqueños en la que también anunció
que su despacho prepara un plan para que la entidad cancele todas sus cuentas
pendientes.
Según cifras del sindicato de Caprecom, las deudas de la caja
de compensación sobrepasarían los $600.000 millones. Asimismo, un informe de la
Asociación Colombiana de Hospitales y Clínica la considera como la EPS más
morosa del país en el pago a los hospitales.
De hecho, la semana pasada le entregó a la Superintendencia
de Salud la operación de los hospitales San Francisco de Asís, en Quibdó, y
Amor de Patria, en la isla de San Andrés, por la falta recursos.