Son muchos quienes han
vivido el paro nacional en las calles entre arengas, pancartas, y peticiones.
Otros lo han vivido desde el encierro de sus casas, con temor. Como es el caso
de Diana, una madre joven quien decidió perder las citas médicas de su bebé y
no salir durante las manifestaciones.
“Perdí dos citas para
mi bebé por lo mismo. Cómo uno se atreve a ir con esas manifestaciones que hay.
Es terrible, terrible. Yo prefiero estar en la casa porque uno nunca sabe lo
que se espera en la calle”, indicó.
Hay quienes han vivido
las manifestaciones desde sus trabajos por no contar con el permiso para
faltar. Y a pesar del cansancio por el día laboral, dicen soportar con gusto
las horas que sean necesarias en caso de que al salir haya inconvenientes en la
vía.
“Si mi aporte debe ser
pasar dos, tres o cuatro horas metido en un trancón para de alguna manera
validar o apoyar el paro, no tengo ningún inconveniente en hacerlo”, comentó
Daniel.
Para otros no es tan
gustosa la correría que deben hacer para salir o llegar al trabajo, como es el
caso de doña Leidys, quien ha tenido que caminar hasta cinco horas para llegar
a su destino.
“El paro que hubo el
jueves me tocó caminar hasta el portal de Usme. Y siempre son cinco horas y
salgo cansada, la verdad, y no encontré transporte”, precisó la señora.
Hay quienes han vivido
las manifestaciones soportando el efecto de gases lacrimógenos aún cuando no
han tenido nada que ver con las protestas y estando encerrados en sus lugares
de trabajo. “Eso es desesperante, es horrible”, decía un grupo de empleados
mientras salían tosiendo del local donde trabajaban.
Hay quienes han vivido
las manifestaciones con pérdidas económicas, como es el caso de muchos
comerciantes:
“Que se pongan la mano
en el corazón y piensen en nosotros que estamos perdiendo plata día a día, no
podemos pagarles a las personas que trabajan y nosotros mismos estamos muy
afectados y avocados a incumplir los compromisos de pagos y las obligaciones porque
no hay ventas”, indicó un comerciante del centro de Bogotá.
Y hay otros que
consideran que las pérdidas son temporales y todo se debe a una causa justa:
“Yo como comerciante apoyo el paro, a pesar de que he tenido bajas ventas y mi
almacén no ha florecido como lo hemos programado pero lo apoyo”.
También están los
comerciantes que han resultado perfectos proveedores para los insumos
requeridos en las manifestaciones: “Han comprado por paquetes de pitos, han
comprado palitos de balso, cartulinas, cartón paja, mucho de estos artículos
han adquirido”. En conclusión, diversas vivencias se presentan durante las
protestas.