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sábado, 29 de diciembre de 2018

CASI MIL MENORES DEAMBULAN SOLOS POR CARACAS



La aguda crisis económica del país ha exacerbado el problema y no existen programas para atenderles

Germaín se estruja los ojos, dice que cree que tiene fiebre, se ve mareado y fastidiado. Su mamá saca una sábana del bolso y lo manda a dormir. El pequeño se coloca la tela como una capa y camina unas cuadras hasta un recodo de la estación de metro Plaza Venezuela, en el centro de Caracas. Tiene 12 años y ahí comparte un colchón con otros niños de un grupo de 15, la mayoría sin sus padres, que vive en ese trozo de acera, frente a la sede del servicio de inteligencia venezolana (Sebin).
Los adultos se acomodan sobre cartones bajo un puente, a orillas del contaminado río Guaire que cruza Caracas, particularmente fría este diciembre.
“Es que hoy no hemos comido”, justifica Thairen Arenas, de 39 años, que desde hace dos años vive en la calle con dos de sus cuatro hijos. El "hoy" al que se refiere la mujer, desempleada y sin estudios, es la noche después de Navidad, cuando varias fundaciones recorrieron algunas avenidas de Caracas para repartir comida típica navideña y regalos a las cada vez más numerosas personas sin hogar.
 “Así es esto, un día te llegan muchas bendiciones (comida), como ayer que nos trajeron hallacas y juguetes para los niños, y otro no tienes nada y nos toca reciclar”. "Reciclar" es buscar los restos de comida de los restaurantes y también pedir dinero. Arenas está con otra mujer y otros niños. En medio de la conversación llega una “bendición”. Un transeúnte les regala una rebanada de pan mordida. La mujer la reparte entre cinco pequeños.
En la acera de enfrente está María, de cinco años, con un botín de juguetes que ha sacado de la basura. Son ganchos de ropa botados por una tienda. Se los enseña a su mamá, Miriam Sánchez, de 52 años, que está con otros de sus hijos, sobrinos y nietos. La acompaña Eva Solórzano con su prole. Todos viven bajo un puente desde hace cuatro años, aunque ambas tienen vivienda en las afueras de Caracas. “Tenemos casa, nuestro ranchito en los Valles de Tuy, pero no tenemos comida. Por eso venimos a Caracas a vender cigarros o reciclar en la basura”.

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Después de cinco meses de estar ausente este importante medio de comunicación en redes, y   a solicitud de muchos lectores hemos decidido ...