Las autoridades
nacionales de salud reportan un aumento en 18 casos, comparado con el año
anterior.
El Instituto Nacional
de Salud entregó el más reciente reporte de personas atendidas por incidentes
con pólvora, con corte a 29 de diciembre de 2018.
La cifra alcanza las
454 personas afectadas por dispositivos de pirotecnia, lo que implica un
aumento en comparación con el 2017, cuando se presentaron 436 de estos casos
para la misma época.
Las cifras indican que
del total de quemados, 186 víctimas corresponden a son menores de edad,
mientras que 286 son adultos.
Llama la atención que,
aunque la mayoría de eventos se registraron por manipulación irresponsable,
cerca de un 27% de los afectados no estaba usando la pólvora, sino que era
observador.
En cerca del 9% de los
casos se requirió amputación parcial o total de alguna parte afectada, según el
reporte, además de contusiones, laceraciones, daños auditivos y oculares, entre
otros efectos contra la salud.
Los mayores causantes
de lesiones fueron los totes (27%), seguidos de los voladores (11%) y los
cohetes (10,4%).
Causa preocupación
particular el departamento del Atlántico donde el número de quemados se ha
cuadruplicado con respecto al año pasado, en Bolívar los casos se triplicaron y
en el Quindío se duplicaron.
En contraste, Bogotá ha
disminuido en un 50% el número de personas afectadas por artefactos de pólvora.