Hasta el presidente de
la República se pronunció sobre este caso. Autoridades ya investigan.Mauricio
Orjuela trabajaba en el área de comunicaciones del Ministerio de Agricultura.
“Murió con mucha sed,
con mucha hambre. Él sufrió mucho”. Así describe Stella Bernal de Orjuela las
últimas horas de vida de su hijo Mauricio Orjuela, de 38 años, quien falleció
en la madrugada de ayer, al parecer como consecuencia de una peritonitis que se
complicó.
La muerte de Orjuela,
un reconocido periodista que trabajaba en la oficina de comunicaciones del
Ministerio de Agricultura, desató una ola de rechazó por la supuesta
negligencia de la EPS Medimás en la atención brindada a su afiliado.
De hecho, el procurador
general, Fernando Carrillo, anunció la apertura de una investigación y
cuestionó que siga habiendo fallecimientos por el llamado ‘paseo de la muerte’.
Fabio Aristizábal,
superintendente nacional de Salud, aseguró que el caso es prioridad de su
institución y ordenó hacer acopio de toda la información necesaria para
“establecer las condiciones de la prestación del servicio y las presuntas
responsabilidades”.
Desde la Unión, Valle,
el presidente Iván Duque lamentó la muerte de Orjuela, expresó su solidaridad a
la familia y señaló: “Parece que hubo una muy mala atención en el servicio de
salud. Están haciendo la investigación. No quiero ser irresponsable con ningún
juicio de valor, la investigación se está haciendo. Pero que sea esta la ocasión
para que ahora, cuando hablemos de la situación de la salud, tengamos un
derrotero. (...) El sistema tiene que estar volcado al paciente, para que no
sigamos viendo abusos”.
El viacrucis de
Mauricio Orjuela y su familia
“En resumen, a mi hijo
lo diagnosticaron mal desde el principio, hubo negligencia médica y de la EPS”,
opina Stella, quien cuenta que Mauricio ingresó el 10 de julio al hospital de
Engativá por un fuerte dolor estomacal que fue tratado con calmantes.
Al día siguiente les
advirtieron que era necesario un medicamento para poder realizar un examen
complementario, que –afirman– nunca se realizó. “Solo el 12 de julio, casi 48
horas después, lo operaron con diagnóstico de apendicitis. Como ya había pasado
tanto tiempo, le tuvieron que cortar diez centímetros del intestino delgado,
que estaba comprometido”, dice ella.
Orjuela permaneció 11
días más hospitalizado y cuando fue dado de alta su mamá no notó mejoría: “No
podía comer ni beber, todo lo devolvía. Tenía el estómago muy inflado y mucho dolor”.
El 6 de agosto, el
periodista –que laboró durante más de diez años en radio– tuvo una fuerte
hemorragia que lo llevó a urgencias de la clínica Shaio, donde le prestaron la
atención prioritaria, pero lo remitieron a otro centro hospitalario.
“Yo les dije que quería
que atendieran a mi hijo ahí. Me respondieron que en ese caso tenía que abonar
diez millones de pesos. Y que ese era el promedio diario. Yo no tenía esa
suma”, asegura Stella. Su hijo fue enviado entonces a la Clínica General de la
100.
Allí lo tuvieron
ingresado hasta el 9 de agosto. “Le dieron la salida pese a que Mauricio seguía
devolviendo la comida y defecando con sangre”, relata la sentida madre, que el
13 de agosto estuvo junto a él en una consulta con un gastroenterólogo particular,
que les advirtió que debían ir de inmediato a una clínica.
“Cuando llegamos a la
Clínica de la 100, mi hijo llegó grave, con los signos vitales muy bajos”,
recuerda
Dos días después, uno
de los médicos tratantes les informó que tenían que operarlo y que no había
tiempo de trasladarlo a una clínica de mayor nivel. El diagnostico:
peritonitis.
“Nunca apareció la
orden de la EPS para llevarlo a otro lugar y el tiempo se acababa, por eso el
médico decidió operarlo ese mismo día. Lo dejaron abierto y le tuvieron que
cortar otros dos segmentos del intestino”, dice Stella, quien acompañó a su
hijo en la Unidad de Cuidados Intensivos durante los dos días siguientes.
Mauricio ya tenía afectados los pulmones y los riñones.
Orjuela estuvo lúcido
esos días y trataba de darles animo a sus familiares, en especial a su mamá. El
médico procedió a practicarle otra cirugía, con el propósito de volver a
limpiar los órganos internos y cerrarlo, pero su cuerpo débil no resistió más y
falleció después de varios paros cardiacos.
Fuente Periodico el Tiempo.
Fuente Periodico el Tiempo.