La
defensa de Santiago Uribe Vélez solicitó la objeción del examen psicológico que
Medicina Legal le practicó al campesino Eunicio Pineda Luján. El dictamen
concluyó que si bien el testigo clave de la Fiscalía tiene una “salud mental
crítica”, sus funciones globales están conservadas, así que su declaración
contra del ganadero es válida en el proceso.
El
abogado Jaime Granados Peña explicó que inicialmente Pineda Luján fue
diagnosticada con esquizofrenia paranoide, por el sistema de salud de
Antioquia, valoración que posteriormente desvirtuó Medicina Legal. El jurista
afirmó que el trámite se hace por fuera de la audiencia y el juez tomará la
decisión de aceptarla o no.
"A
través de las pruebas que se han visto en este juicio, se ha percibido cómo él
ha relacionado episodio de hombres armados en sitios diferente a La Carolina
donde trabajó, que no era cierto", señaló.
Granados
Peña aseguró que están preocupados porque hay cuatro testigos de la defensa que
no han podido ser contactados. La próxima audiencia fue programada para el
miércoles 10 de octubre, cuando también se escuchará la declaración del hermano
del expresidente Álvaro Uribe.
"Se
trata de dos oficiales del Ejército, una persona que tiene orden de captura,
por eso es difícil que se presente, y la exesposa del mayor Meneses. Esos son
los testigos que faltan por contactar".
Nuevamente,
el Juez Primero Penal del Circuito Especializado de Antioquia negó ampliar la declaración de Pineda Luján,
quien está exiliado en Europa. Del 3 al 7 de diciembre, serán las audiencias de
alegaciones finales de los sujetos procesales en el Palacio de Justicia de
Medellín.
Eunicio
Pineda Luján trabajó en El Buen Suceso, finca aledaña a La Carolina. El campesino aseguró a la Fiscalía que Uribe
Vélez participó en la creación de “Los Doce Apóstoles” y en sus predios, era el
entrenamiento de los paramilitares. Afirmó que fue secuestrado y torturado
porque tenía mucha información.
En
la audiencia de este jueves, el excomandante de Policía de Salento, Júber
Cartagena Layos, declaró que entre 2005 y 2006, llamaban a la estación a
denunciar la presencia de hombres armados cerca del restaurante El Balcón del
Quindío, pero nunca encontraron a nadie. La tesis de la defensa es que las
llamadas eran de Eunicio Pineda, quien trabajaba allí.
-"¿Ustedes
le preguntaron a las personas vecinas si habían visto hombres armados?, preguntó
Granados Peña.
-"Sí
señor. Al propietario del restaurante, a su esposa y a sus empleados. Muchas
veces no sabíamos quién llamaba", puntualizó.