Blanca
Zuleyma Camargo Rangel, alias La Tartaja, fue capturada en la vereda Circasia
de San Vicente del Caguán, departamento del Caquetá. Según las autoridades,
esta mujer sería líder de la disidencia liderada por Rodrigo Cadete, jefe de
las disidencias del Frente Séptimo de las Farc.
Según
las autoridades, la mujer era experta de comunicaciones y, por ello, su labor
en el grupo ilegal era ser radista y una de las personas de confianza de
Rodrigo Cadete. Con ella, también fueron capturados seis miembros más,
identificados con los alias de El Gordo, Morocho, Flaco, Chuzo, Rastrillo y La
Flaca, quienes ya se encuentran a disposición de la Fiscalía para su
judicialización.
La
mujer de 33 años será investigada por los delitos de fabricación, tráfico,
porte o tenencia de armas de fuego, accesorios, partes o municiones. En el
operativo también se incautaron tres pistolas, tres proveedores, 100 cartuchos,
un cable dúplex, 15 agendas y material de intendencia.
La
investigación de las autoridades dicen que la mujer tenía una trayectoria
criminal de más de 15 años y delinquía, al parecer, en los departamentos de
Meta y Caquetá. Asimismo, la mujer habría sido compañera sentimental de alias
Euclides Mora, segundo al mando de la disidencia de Gentil Duarte.
Actualmente,
Gentil Duarte es uno de los hombres más buscados por las autoridades
colombianas y se ofrece una recompensa de más de US$1,7 millones por
información que conduzca a su captura. De acuerdo con Insight Crime –fundación
dedicada al estudio de la principal amenaza a la seguridad nacional y ciudadana
en Latinoamérica y el Caribe–, Gentil Duarte fue visto por última vez en el
municipio de San José del Guaviare, donde se reunió con campesinos de la zona
rural y les explicó su continuidad en la lucha guerrillera. También se le
señala de tener nexos con las disidencias de los frentes 1, 7, 27, 16, 47 y 53,
y de controlar parte del tráfico de cocaína desde Guaviare hacia Brasil y
Venezuela.
Duarte,
explicó la fundación, tiene alianzas con grupos criminales internacionales como
el Comando Vermelho de Brasil, con el que estaría intercambiando cocaína por
armas y municiones en la frontera entre Guaviare y ese país, y con emisarios
del Cartel de Sinaloa, quienes han llegado a Guaviare para garantizar el flujo
de cocaína desde esa zona hasta México.