De Los irreverentes.
De acuerdo con el plan
del jefe del ELN, mientras las Farc hacen política como partido legalizado y
los “elenos” intimidan a la población con acciones terroristas, se potenciarán
las relaciones con “fuerzas guerrilleras, comandos y células clandestinas, localizadas
en territorios de transfrontera de Venezuela y Ecuador”.
El panorama descrito
por “Torres” es francamente preocupante, pues según él, la guerrilla
colombiana, que contará con pleno respaldo del partido político Farc, entrará a
luchar de frente en caso de que se desate una guerra civil en Venezuela: “el
grueso del ELN sería arrastrado a participar en la contienda del lado de los
defensores de la Revolución Bolivariana. Desde sectores radicales de la
revolución bolivariana dentro de la sociedad y del Estado y principalmente
desde las Fuerzas Armadas Bolivarianas, se brindará apoyo al ELN con recursos
económicos, logística y armas”.
La apuesta principal de
“Felipe Torres” es que su organización guerrillera logre fortalecerse para que
aumenten sus “posibilidades estratégicas para la victoria de la guerra
revolucionaria…Si no tiene posibilidades estratégicas, pero cuenta con una
mejor correlación de fuerzas en el campo
de batalla, en este caso buscará la solución negociada con el nuevo gobierno
electo en el año 2022”.
Una mentira más de Juan Manuel Santos
Ha dicho el presidente
Juan Manuel Santos que el acuerdo alcanzado con las Farc es el final de la
guerra y que la página de la violencia en Colombia será pasada de una vez y
para siempre, lo cual es una absoluta falsedad si se lee con detenimiento a
“Felipe Torres”, quien pone de presente cuál será el nuevo panorama de la
guerra en Colombia una vez las Farc se conviertan en un partido. “Timochenko”
como senador y, paralelamente “Gabino” –jefe máximo del Eln- se encargará de
mantener aterrorizada a la población civil. A partir de ahora, la frágil
democracia colombiana tendrá que soportar la existencia de un partido político
que tendrá a su servicio a una poderosa máquina terrorista.
Así las cosas, no es
cierta la declaración del gobierno en el sentido de que la guerra ha terminado.
Todo lo contrario, una vez se finiquite el acuerdo de La Habana, tristemente
tendremos que decir que en ese momento empezará una nueva etapa de la guerra en
Colombia.
Días antes de su
captura en Colombia por su participación en un secuestro, Carlos Arturo
Velandia, alias “Felipe Torres”, escribió desde su exilio en España un artículo
intitulado “Paz con Farc y guerra con ELN”, en el que hace un análisis de la
situación del proceso de paz, para llegar a la conclusión de que, como están
las cosas, Colombia suscribirá un acuerdo con la banda de “Timochenko”, pero
seguirá en confrontación armada con los “elenos”.
Según “Felipe Torres”,
los acuerdos alcanzados en La Habana no tendrán aplicación en las zonas donde
las Farc comparten territorios con el ELN: “Las Farc-EP y el gobierno avanzan
en la implementación de los acuerdos de paz, se efectúa la dejación física de
armas por parte de Farc-EP, excepto en los territorios donde continúa la guerra
con el ELN…”.
De acuerdo con el
planteamiento del recientemente capturado jefe del ELN, una vez firmado el
acuerdo final con las Farc, empezará una nueva modalidad de combinación de
formas de lucha. “Torres” asegura que las Farc van a mantener su nombre y
ejercerán como partido político y paralelamente el ELN agrupará “sus fuerzas
guerrilleras en 3 frente de guerra estratégicos: Frente de guerra del
Nororiente; Frente de Guerra del Suroccidente y Frente de guerra urbano”.
Sobre el frente de
guerra urbano, con el que el presidente Santos amenazó en días pasados a los
colombianos (ver: “El chantaje de Santos”), alias “Felipe Torres” brinda
detalles de las ciudades en las que éste va a operar: “Bogotá, Medellín, Cali,
Barranquilla, Bucaramanga, Barrancabermeja y otras ciudades menores…Este frente
de guerra agrupará el 10% de la fuerza global del ELN”.