La mano derecha de
Pablo Escobar y perpetrador del terror que sembró el cartel de Medellín
manifestó que, una vez se haga efectiva la justicia transicional, buscará
llegar al Congreso.
John Jairo Velásquez
Vásquez, alias Popeye, el hombre que al servicio de Pablo Escobar segó la vida
de más de 3.000 personas –según sus propias cuentas– reveló este jueves que
está contemplando ser senador de la República una vez se haga efectiva en el
país la justicia transicional.
El anuncio de quien en
los más feroces tiempos del cartel de Medellín protagonizó una cruzada de
barbarie y violencia para presionar la no extradición de la mafia colombiana,
se dio durante una discusión con la escritora Maritza Neila Wills, cuyo libro
sobre la vida del sicario los tiene enfrentados jurídicamente.
Según argumentó Popeye,
su idea de llegar al Congreso tiene como propósito luchar contra la corrupción
y a favor de los derechos de los presos: “Cuando la justicia transicional se
haga en el país yo me voy a lanzar al Senado (…) Tengo muchas cosas por las que
trabajar. Si Timochenko va a tener curul yo también tengo derecho. Yo pagué mis
años de cárcel”, dijo Velásquez en diálogo con la emisora W Radio.
El exjefe de sicarios
Pablo Escobar señaló que por cuenta de su éxito en redes sociales
–recientemente lanzó un canal de video en el que opina de diferentes temas al
mejor estilo de un youtuber– ha logrado convertirse en un activista político:
"Tengo una fuerza muy grande en redes sociales (…) Me he convertido en un
activista político”.
Respecto al pleito
jurídico con la escritora Maritza Wills, autora del libro ‘Jhon Jairo. Mi vida
como sicario de Pablo Escobar’, Velásquez manifestó que el texto es fruto de
engaños y de versiones tergiversadas de su testimonio.
“Esta no es una
biografía autorizada. Ella me engañó. Yo la desautoricé porque me di cuenta que
era una mentirosa. El libro de ella tiene párrafos completos de otros libros,
es un plagio y estoy listo para demandar, para ir a los tribunales”, le aseguró
a la emisora Popeye.
A su turno, Wills le
respondió instándolo a dejar de ser “tan cínico y mentiroso” y lo recriminó al
decirle que “sus historias ya no las compra nadie”, en referencia a que –dice–
contrastó la información y los testimonios del sicario para desvirtuar sus
revelaciones. “Me tomé la molestia de verificar todas y cada una de las
palabras que él mencionó. Las palabras de Jhon no son creíbles, tuve que
verificarlas”.