De 2 Orillas.. Todo indica que el alto mando
militar tomó una desición por fuera de todos los protocolos que cualquier
miembro de las FF.MM en servicio y más en su cargo deben cumplir: el comandante
de la Fuerza de Tarea Conjunta Titán, en extrañas circunstancias le solicitó al
teniente coronel Rojas Hernández que le prestara una lancha rápida para navegar
por el río Atrato. El bote fue abordado por el piloto Serna Díaz, por el cabo
primero Rodríguez Contreras y por la abogada Gloria Urrego -contratista del
Ejército. El general habría dado la orden a Serna de bajar hasta el
corregimiento de Las Mercedes en plena zona roja por la presencia de la
guerrilla de las Farc.
Cumpliendo ordenes los
soldados llevaron a su mando, advirtiéndole antes de dónde se estaba metiendo.
Allí desembarcó el general Alzate, la abogada Urrego y el cabo Rodríguez. No
pasarían un par de minutos cuando de inmediato fueron abordados por
guerrilleros del frente 34 de las Farc. Ante la situación el piloto de la
lancha decidió huír para no dejarse secuestrar. Es por ello que es el testigo
clave de este hecho.
Curiosamente el general
Alzate Mora iba vestido de civil y no se trataba de un patrullaje militar. Una
situación que les extraña mucho a los investigadores quienes se pregunta ¿qué era lo que pretendía hacer el alto
mando?
Tras conocerse la
noticia, todo se ha convertido en un escándalo. Preciso esto se presenta en u n
momento algido de las negociaciones que gobierno y guerrilla vienen realizando
desde hace dos años. De inmediato los opositores del acuerdo de paz se han ido
lanza en ristre contra el Presidente Santos acusándolo de haber vuelto al
pasado.
Así mismo, el
Presidente ya le dio ordenes al ministro de Defensa para que se traslade al
Chocó y busque de manera inmediata la liberación del general.
Incluso, el mandatario
en su cuenta de Twiter hizo un reclamo ante la falta de cautela que tuvo e alto
mando militar secuestrado, teniendo en cuenta que no se ha firmado nada con las
Farc.
A
este hecho se le suma el secuestro esta semana de otros dos militares y el
asesinato de dos indigenas en el Cauca que ponen a temblar la seriedad y el
compromiso de las Farc con el eventual proceso de paz