La Fiscalía la llamó a
indagatoria para responder por la millonaria estafa a la universidad.
La novela judicial por el caso de la
exrectora Silvia Gette este martes presenta un nuevo capítulo. La Fiscalía tomó
una decisión de fondo por las presuntas irregularidades cometidas por ella en
la Universidad Autónoma del Caribe.
Se trata del famoso
millón de dólares que Semana.com denunció en febrero pasado que Gette habría
sacado de la Universidad con destino a sus cuentas en Suiza.
Foto texto Semana. |
La Fiscalía había
ordenado una serie de pruebas esta semana y el martes se conoció que un fiscal
la llamó a indagatoria por este episodio, que se sumaría a los procesos que
ella enfrenta como presunta determinadora de la muerte de su yerno, el ganadero
Fernando Cepeda, y otro por intento de extorsión a un jefe paramilitar.
La historia del cheque
empezó cuando la nueva cúpula de la Universidad Autónoma inició la exhaustiva
tarea de limpiar cualquier rastro que quedara de la exrectora que tanto daño le
hizo a la institución.
En el alma mater empezó
un metódico plan para recuperar los miles de millones que, de sus cuentas,
fueron a parar a bancos extranjeros y, presuntamente, a los propios bolsillos
de la Gette.
En este ejercicio, el
claustro encontró documentos con los que probaría que en el 2007 la propia
Silvia hizo una transacción a una cuenta del Helm Bank a nombre de la
Universidad Autónoma a y otra en Miami y de allí a una cuenta en Suiza, por una
cifra astronómica: un millón de dólares.
La prueba reina es el
cheque de gerencia rotulado con el número 017189 y fechado el 20 de febrero de
ese año. El dinero salió de la cuenta 20124002-5 del Helm Bank a nombre de
UniAutónoma, a otra en Miami de la misma universidad registrada con el número
1040112193. La transferencia fue rápida. Sólo tardó un día y esa suma, o sea
cerca de 2.200 millones de pesos, fue a parar a una cuenta en Suiza.
Las directivas de
Uniautónoma solicitaron todos los registros y encontraron que esa cuenta en
Miami habría sido abierta por Gette sólo para realizar movimientos sospechosos
de dinero, entre ellos el del millón de dólares. La cuenta fue cerrada en
agosto del 2009 con un saldo de 84.000 dólares.
La Universidad contrató
varios abogados que aportaron las pruebas para que ella fuera procesada por los
presuntos delitos de hurto agravado y concierto para delinquir. El caso se fue
abriendo paso en un despacho anticorrupción y hoy por hoy ya está cogiendo la
fuerza suficiente para que ella responda por sus otros pecados contra el
claustro que dirigió