De Alcides Antonio Jauregui.
B
Se inició el afán
político y muchos personajes, incluso de ingrata recordación, están “trabajando” según afirman, con el “sano” propósito de
ofrecer sus servicios como candidatos a cargos de representación popular.
Dicen ellos, que “sus amigos les han indicado el camino, que les van a ayudar económicamente, porque les tienen
mucha confianza y son herederos de un
pasado clarísimo, (sin caídas como las llamadas
de ciertos celulares) y
dignos de figurar en las elecciones de 2.015”.
Quienes no tienen rabo
de paja, quienes estén
libres de pecado, personas con solvencia
moral e idoneidad, son bienvenidas al
próximo proceso electoral.
Pero aquellos o aquellas,
que se han caracterizado por
obtener prebendas personales, para beneficiar
a sus “íntimos e íntimas”, los que
se han lucrado en las posiciones ocupadas y dado la espalda a quienes los eligieron, desde ahora, hay
que decirles, que son indignos
y que se les rechaza porque están
podridos y su presencia en las
elecciones asquea, su oratoria contamina y sus cantos de sirena
se escuchan mal y resultan putrefactos.