Un avezado funcionario de
los guardas de transito de la ciudad de Acacías, haciendo uso de su autoridad,
impuso comparendo a un ciclista que en estado de embriaguez, conducía su
caballito de acero.
El inusual hecho ha
sido motivo de humor sano entre los funcionarios del instituto de transito de
la ciudad de Acacías, debido al desconocimiento de las normas que regulan
precisamente la movilidad, en los entes territoriales, y en otros casos mas específicos
a nivel nacional.
El despistado funcionario,
no halla que hacer con el documento, puesto que el infractor, no posee, pase, no
esta inscrito en los anales de las estadísticas,
como dueño de vehículo de tracción motor, mucho menos SOAT. ¡ Que le podemos
aconsejar a nuestro héroe de la
movilidad criollita…?