D El ABC
Salazar testificará en
Washington en una causa de la Fiscalía Federal contra Diosdado Cabello.El jefe
de seguridad del número dos chavista deserta a EE.UU. y le acusa de
narcotráfico
La preparación de una
acusación formal contra Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional de
Venezuela y número dos del chavismo, se ha acelerado en la Fiscalía federal
estadounidense con la llegada ayer a Washington, como testigo protegido, de
Leamsy Salazar, quien hasta su salida de Caracas en diciembre era el jefe de
seguridad de Cabello.
Miembro de la Casa
Militar, encargada de la custodia presidencial, Salazar fue durante casi diez
años jefe de seguridad y asistente personal de Hugo Chávez. Tras su muerte, sus
servicios fueron requeridos por el presidente de la Asamblea Nacional, para
quien también ejercía de ayudante personal. Salazar es el militar en activo de
mayor rango (capitán de corbeta, equiparable a comandante) que rompe con el
chavismo para acusar formalmente en Estados Unidos de prácticas delictivas a
las altas jerarquías del país, en especial la relacionada con el tráfico de
droga.
Cártel de los Soles
Foto tomada del ABC |
De acuerdo con fuentes
cercanas a la investigación abierta por la Fiscalía Federal del Distrito Sur de
Nueva York, Salazar denuncia que el presidente de la Asamblea Nacional es el
cabecilla del cártel de los Soles y por tanto operador del narcoestado en que
Chávez convirtió Venezuela. Salazar también vincula a Cuba en la protección y
asistencia de algunas rutas de narcotráfico que parten de Venezuela y se
dirigen a EE.UU.
El cártel de los Soles,
compuesto básicamente por militares (su nombre viene del emblema que el
uniforme venezolano pone en las charreteras de los generales), tiene en
Venezuela el monopolio del tráfico de droga. Esta es producida por la guerrilla
colombiana de las FARC y llevada a sus puntos de destino en Estados Unidos y
Europa por carteles básicamente mexicanos. Las últimas cifras internacionales
indican que por Venezuela pasan cinco toneladas semanales de estupefacientes.
El 90 por ciento de la droga producida por Colombia pasa por territorio
venezolano.
Como asistente en
permanente acompañamiento de Cabello, Salazar fue testigo de situaciones y
conversaciones que incriminan al presidente de la Asamblea Nacional. En
concreto, le vio dar órdenes directas para la partida de lanchas cargadas con
toneladas de cocaína y ha aportado evidencias sobre lugares donde se almacenan
montañas de dólares en efectivo procedentes de ese negocio ilícito, según las
fuentes conocedoras de la investigación, llevada a cabo por la Administración
para el Control de Drogas (DEA por sus siglas en inglés) de EE.UU.
Precisamente, el pasado
11 de diciembre fue detenido en la terminal marítima de Puerto Cabello, la más
importante de Venezuela, un camión cargado con alrededor de diez millones de
dólares en efectivo. El transporte procedía de EE.UU. y se especula con que
pudo ser un pago por droga recibida. Algún fallo en la organización habría
llevado a su descubrimiento y denuncia.
Días después, en su
programa semanal de televisión, en lugar de sumarse a las sospechas de que el
dinero tenía relación con la droga, el presidente de la Asamblea Nacional puso
especial empeño en acusar a la oposición política como destinataria de los
fajos de billetes, sin aportar ninguna prueba.
Cabello, de formación
militar, ha cultivado el liderazgo entre los elementos chavistas de las Fuerzas
Armadas, pero el paso dado por Salazar, de respetada trayectoria y hoja de
servicios, puede reducir su base de apoyo en los cuarteles. El capitán de
fragata no se había involucrado en ninguna actividad criminal, lo que refuerza
el valor de su testimonio.
En sus revelaciones, el
mando de la Casa Militar implica también a Tareck el Aissami, gobernador del
estado Aragua y relacionado con redes islámicas, y a José David Cabello,
superintendente del Seniat (agencia tributaria y aduanera) y ministro de
Industria, que es hermano del presidente de la Asamblea Nacional. José David
Cabello sería el responsable de las finanzas del cártel de los Soles. Salazar
señala como instancia para el lavado de dinero a la petrolera nacional, PDVSA,
cuyo presidente entre 2004 y 2014, Rafael Ramírez, fue nombrado en diciembre
embajador ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
Su testimonio, de
acuerdo con las citadas fuentes cercanas a la investigación, ha ratificado
muchos de los datos que ya en su día aportó a la DEA Eladio Aponte, que fue
jefe de la Sala Penal del Tribunal Supremo de Venezuela y en 2012 huyó a
Estados Unidos como testigo protegido.
La causa contra
Diosdado Cabello está estrechamente vinculada con la acusación formal anunciada
el año pasado por las fiscalías federales de Nueva York y Miami contra el
general venezolano Hugo Carvajal, durante mucho tiempo jefe de la Dirección de
Inteligencia Militar. El anuncio se hizo cuando Carvajal, alias «el Pollo», fue
detenido en julio en la isla holandesa de Aruba, vecina de Venezuela, a petición
de EE.UU., que reclamó su extradición. Sin embargo, Aruba permitió la marcha
del general, por las presiones del Gobierno de Maduro. A Carvajal se le venía
considerando el gran operador del cártel de los Soles, pero la información de
Salazar sitúa «el Pollo» a las órdenes de Cabello.
En relación a la
vinculación de La Habana, Salazar habría mencionado del uso regular de aviones
de PDVSA para transportar droga en vuelos preparados por el hijo de Chávez y el
hijo de quien fue embajador de Cuba en Caracas hasta 2009, Germán Sánchez Otero,
con la connivencia de este y de otros funcionarios cubanos. Habrían sido envíos
con destino final a EE.UU.
Las fuentes
relacionadas con la investigación especulan que Sánchez Otero, de gran sintonía
con Chávez, fue removido del puesto de embajador a raíz de que se descubriera
un alijo en uno de esos vuelos, algo que resultó embarazoso para el régimen
castrista. El hijo del embajador, que en ocasión viajaba solo, fue detenido,
mientras que el de Chávez se sometió a rehabilitación contra la adicción.