Por: Viviana Londoño
Calle
Denuncia de Abelardo de la Espriella en contra de la empresa
señala que el incendio por el daño del poliducto en Dosquebradas, que dejó seis
personas muertas, pudo haberse evitado.“Ninguno alcanzó a salir de la casa. El
olor a gasolina era tan fuerte que los mareó y no pudieron salvarse. Estaban mi
papá, mi mamá, una sobrina, el esposo de otra sobrina, un niño de dos años y un
amigo de la familia. El fuego lo consumió todo. Han pasado casi 11 meses y
Ecopetrol sigue sin tener en cuenta los daños morales”. Así recuerda Albeiro
Guerrero la tragedia que sacudió a su familia el pasado 23 de diciembre con la
explosión del poliducto de Ecopetrol, en el sector de Villa Carola en
Dosquebradas (Risaralda), que destruyó el barrio y dejó casi 100 heridos y 33
muertos.
Esta es la misma versión que da al responder por qué se negó
a conciliar con Ecopetrol como lo han hecho varias de las víctimas y por qué le
otorgó, junto a otros 13 familiares de los fallecidos, un poder al abogado
Abelardo de la Espriella para que los represente en un proceso penal contra la
petrolera.
Inicialmente se plantearon dos hipótesis frente a las causas
que generaron la ruptura del poliducto: la primera apuntaba a una posible fuga
de gasolina ocasionada por robo de combustible; la segunda, a que el tubo se
rompió por culpa de un deslizamiento de tierra, generado por la temporada
invernal. Sin embargo, ambas versiones fueron desmentidas meses después por una
investigación que adelantó la Contraloría General de la República