Nuestro país no ha sido afortunado en cuanto a litigios fronterizos
se refiere. Sí revisamos nuestra
historia, encontraremos que la guerra con el Peru, fue precisamente por
defender una parte del territorio. En los inicios del siglo XX, tuvimos que
ver como el istmo de Panamá era
llevado o apropiado por los Estado Unidos,
luego los diferendos con el vecino país de Venezuela por el territorio en el golfo de Maracaibo no es muy
claro, y como si fuera poco hoy nos vemos abocados a perder parte de nuestra soberanía
sobre unos callos que toda la vida han sido Colombianos, parece ser que nuestro
sentido de pertenencia con nuestro
territorio no se compadece con la realidad, permitiendo el ya conocido
olvido de las obligaciones que como estado se tiene con una buena parte del territorio colombino. Solo existen marcados
interese de velar por unas pocas regiones del país, Donde pululan las atenciones e inversiones a granel casi llegando a los
extremos, tales como sistemas de tren, teleféricos, escaleras eléctricas y en
fin un sinnúmero de comodidades, que a lo mejor son necesarias, pero si miramos
como en otras los niños se mueren de hambre, la salud es deficiente y que decir de recreación, este término
es desconocido, lo mismo que el de educación, no obstante vivir bajo el mismo
cielo colombiano; ello marca una diferencia y responsabilidad que debe ser revisada.
República Independiente de la Orinoquia R.I.O- |
Tal vez una esperanza para estos territorios
olvidados era la compensación por la explotación de hidrocarburos, por cierto
mimetizado con el termino regalías, que de regalías no tenía nada de parecido, pues era un derecho por los
daños causados con la explotación del petróleo en estos territorios. Sucedió lo
que tenía que suceder, los mandatarios
de las regiones antes aludidas, es decir quienes se beneficiaban con
estos dineros, fueron presa fácil de la corrupción y lo poco que invirtieron lo
hicieron sin la debida planeación causando
con ello una oportuna disculpa para que el gobierno nacional, como buen
patron centralista rapara estos recursos, dejando a la deriva
nuevamente estos territorios acompañados solo de falsas promesas que por
lo visto serán tan solo eso solo promesas. Hoy se ha perdido otro pedazo de
suelo colombiano, por la decidía. el olvido y la complacencia y mas que
eso negligencia para cuidar de lo nuestro hoy fueron unos callos. Mañana será R.I.O.,
es decir, República Independiente de la Orinoquia y despúes La República de San
Andrés y Providencia…?