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martes, 2 de abril de 2019

GOLPE A LAS ENTRAÑAS DE LAS ESTRUCTURAS CRIMINALES QUE CONTROLAN LA PRODUCCIÓN Y VENTA DE DROGA EN ENTORNOS EDUCATIVOS



La Fiscalía General de la Nación, a través de su policía judicial CTI  y con apoyo de la Policía Nacional, logró la captura de 328 personas que pertenecerían a diferentes eslabones de las organizaciones que distribuyen estupefacientes en los alrededores de colegios y universidades en el país.

Empeñada en su propósito de afectar a las organizaciones criminales que inducen a los niños, niñas y adolescentes al consumo de drogas y los exponen a los peligros del tráfico de estupefacientes, la Fiscalía General de la Nación puso en marcha la tercera fase de la operación ‘Reprobados’.

La ofensiva contra el narcomenudeo en entornos educativos, en su fase anterior dejó 160 capturas en el país y permitió desarticular grandes estructuras que se habrían tomado parques, establecimientos comerciales y zonas comunes en las cercanías de las principales universidades.

En su momento llamó la atención la detención de 11 personas, entre jíbaros y estudiantes, señaladas de conformar una red que controlaba la venta de marihuana, cocaína y drogas de síntesis en el corredor universitario de Teusaquillo, en Bogotá.

Ahora, en desarrollo de la fase tres de la operación ‘Reprobados’, la Fiscalía General de la Nación, en un trabajo articulado con otras autoridades, logró la captura de 328 presuntos integrantes de organizaciones dedicadas a la producción, transporte, almacenamiento y expendio de estupefacientes en entornos educativos.

La jornada se cumplió durante la última semana de marzo y la primera de abril, y en ella fueron impactadas 77 instituciones educativas (68 colegios y 9 universidades). En total se realizaron 266 diligencias de registro y allanamiento en 18 seccionales de la Fiscalía, sobresalen:

Santander (45 capturas)
Tolima (44 capturas)
Bolívar (38 capturas)
Risaralda (31 capturas)
Boyacá (24 capturas)
Quindío (23 capturas)

En el corazón de La Pola, en Bogotá
La Pola. Así se reconoce un confluido sector en el centro de Bogotá donde la vida académica es preponderante por la presencia de varias instituciones universitarias y la creciente construcción de edificios de apartamentos que son arrendados a los estudiantiles.

Hasta allí llegaron investigadores del CTI de la Fiscalía quienes se infiltraron en una compleja organización criminal cuyo radio de acción comprende el polígono universitario del centro de la ciudad, entre las localidades de Santafé, La Candelaria y Teusaquillo.

Con esta intervención, la Fiscalía constató lo que sería un negocio ilícito cambiante, por lo que se recurrió a la figura del agente virtual, consagrada en la Ley 1908 de 2018, para acceder a los grupos de WhatsApp usados para promover y vender sustancias ilegales en los entornos educativos.

Modalidades

Ventas en establecimientos de comercio y a domicilio.
El expendio de drogas a referidos o personas recomendadas por consumidores habituales, en establecimientos de comercio como papelerías y café internet, con entregas a domicilio, era la modalidad más recurrente de esta organización delincuencial.

Videos registrados por los agentes de la Fiscalía permitieron identificar a Héctor Jaime Espinosa Vélez, alias James, presunto cabecilla de la organización encargado de almacenar y comercializar marihuana, cocaína y drogas sintéticas, muchas de ellas hechas con medicamentos utilizados para trastornos psiquiátricos o tratamientos veterinarios.

Junto a alias James delinquen: Olga Lucia Pino Peñaloza, su compañera sentimental; Didier Javier Loaiza Parada, considerado como el socio de confianza; y Fidel Vanegas Bravo, alias Don Mario.

Los investigadores de la Fiscalía llegaron al corazón de la organización de este señalado delincuente hasta su centro de almacenamiento y distribución, y constataron el uso de productos legales, como envolturas o filtros saborizados para tabaco, en los que ocultaban cigarrillos de marihuana. De esta forma, alteraban el contenido real y usaban un método de camuflaje y engaño con el que intentaban evadir los controles de las autoridades e inducían con mayor facilidad a los jóvenes al consumo.

Asimismo, los agentes encubiertos detectaron que las drogas eran ofrecidas y sus ventas concretadas a través de WhatsApp o llamadas telefónicas a grupos muy cerrados de estudiantes o consumidores referidos por ‘clientes’ de esta red delincuencial. En ese sentido, la labor de infiltración tardó casi 8 meses hasta que los funcionarios ganaron la confianza de alias James.

El mismo cabecilla de la estructura era el encargado de cerrar las negociaciones ilícitas cuando las entregas se hacían en el establecimiento comercial en el que trabajaba, y sus cómplices hacían domicilios hasta los inmuebles arrendados por los estudiantes en el centro de Bogotá.

Expendio en parqueadero
Una parte importante de los estupefacientes se distribuía en parqueaderos cercanos a la Universidad de Los Andes, en el extremo oriental. Estos establecimientos eran administrados por Jorge Andrés Pinilla Forero, alias Choncho, quien junto a sus hermanos permitiría el ingreso de vehículos conducidos por consumidores habituales o referenciados previamente por la organización.

Las transacciones ilegales quedaron grabadas por los agentes infiltrados que descifraron la rutina, los horarios  y las formas de camuflaje utilizadas.

Los videos de la zona, que ya reposan en poder del CTI de la Fiscalía, las interceptaciones telefónicas y la demás evidencias físicas permitieron tener claridad sobre la cadena de distribución que estaría integrada por: ‘Jairo’, ‘Flaqui’, ‘Pacho ’, ‘Chávez’, ‘El Cucho’, ‘Mechudo’, ‘Fernando’, ‘Andrés’, ‘Ismael’ y ‘El Tío’, cada uno de ellos con un rol determinado como vendedores, proveedores, socios o campaneros (alertar los movimientos de las autoridades).

Capturas

En este momento, investigadores del CTI de la Fiscalía, con apoyo del Ejército Nacional, realizan las diligencias de registro y allanamiento en el centro de Bogotá. 11 presuntos integrantes de la red han sido detenidos, entre ellos Héctor Jaime Espinosa Vélez, alias James; y Jorge Andrés Pinilla Forero, alias Choncho. Estas personas serán presentadas ante jueces de control de garantías y se les imputarán los delitos de concierto para delinquir, y fabricación, tráfico y porte de estupefacientes.

Con los elementos recaudados en el curso del proceso, el fiscal de conocimiento compulsará copias para que la Dirección Especializada de Extinción del Derecho de Dominio imponga las medidas correspondientes sobre los parqueaderos, establecimientos comerciales y otros inmuebles que estuvieron al servicio del narcomenudeo en el sector La Pola.

Gato Negro, Cauca y centro del país
Uno de los aspectos más destacados de la operación ‘Reprobados’ es que se llegó al corazón de las redes de producción, transporte y distribución de la marihuana que se vende en entornos educativos.

Los investigadores evidenciaron que, a cambio de un cobro por gramaje, una disidencia del frente sexto de las desmovilizadas Farc, al parecer, cuida los cultivos de marihuana que una pareja de esposos y Karina Julieth Bermeo, alias Karina, tienen en el corregimiento Tacueyó, en Toribio (Cauca).

Precisamente, estas tres personas serían los denominados capos de la región y, al parecer, movían los cargamentos de la planta procesada, macerada y lista para su comercialización hasta Santander de Quilichao (Cauca). Su actuar criminal está documentado gracias a los videos y evidencias obtenidas por los agentes encubiertos que, desde julio de 2018, conocieron con detalles su rutina criminal, los puntos de cargue y almacenamiento de la marihuana en casas y bodegas.

Desde Cauca la droga salía camuflada entre cajas que daban la apariencia de encomiendas o equipaje, y era transportada en buses de servicio público desde Santander de Quilichao hasta Tunja (Boyacá). Los agentes infiltrados en la estructura establecieron y dan cuenta que mediante esta modalidad alcanzaban a trasladar hasta dos toneladas de estupefaciente.

En Tunja los cargamentos serían recibidos por alias ‘El Boyaco’, señalado cabecilla de la banda delincuencial autodenominada ‘Gato Negro’. Esta persona tendría a su cargo algo más de 50 hombres y mujeres a quienes supuestamente les encargaría el transporte de la “mercancía”, una labor que, incluso, habría coordinado mientras estuvo privado de la libertad en 2018 (recluido en la cárcel Modelo de Bogotá por tráfico de estupefacientes).

Alias El Boyaco es sindicado de definir las cantidades de estupefaciente que salen desde sus puntos de acopio en Tunja hacia municipios de Santander, Meta, Boyacá, Norte de Santander, Arauca y Cundinamarca, y seis ciudades capitales (Bogotá, Villavicencio, Bucaramanga, Cúcuta, Arauca y Tunja). De igual manera, hay material probatorio que indicaría que la sustancia también llegaba a contactos en Venezuela, exactamente a Valencia, Estado de Carabobo.

La labor de infiltración realizada por la Fiscalía reafirmó que el destino final de todo el estupefaciente eran los entornos educativos, en los que ‘jíbaros’ envenenaban a los niños, niñas y adolescentes, y los instrumentalizaban para entregar las dosis. Parte de esta actividad ha sido detectada en los alrededores de varias universidades de Tunja, algunos colegios en Sogamoso, y centros de educación técnica y superior en Bogotá.

De acuerdo con el material probatorio, la cadena criminal de distribución le dejaría a ‘El Boyaco’ una rentabilidad millonaria, en el entendido que dos toneladas de marihuana salen de la zona de producción de Toribío con un costo aproximado de 110 millones de pesos, luego de ser embaladas en Cauca y transportadas hasta Tunja su valor asciende a 250 millones de pesos, pero ya comercializada por el cabecilla de la red en los distintos municipios supera los 880 millones de pesos.

Capturas

Gracias al abundante material probatorio, la Fiscalía General de la Nación logró la captura de 22 presuntos integrantes de ‘Gato Negro’, en diligencias judiciales cumplidas en Tunja y otros municipios de Boyacá, Cauca, Cundinamarca, Santander y Meta.

Entre los detenidos está Eide Alexis Castro Blanco, alias Boyaco, máximo cabecilla de la organización delincuencial, quien será presentado ante un juez de control de garantías y se le imputarán los delitos de concierto para delinquir, porte ilegal de armas y tráfico, fabricación o porte de estupefacientes. Estos mismos cargos les serán formulados a las otras 21 personas detenidas.

Otras ciudades

Tabuco, Barranquilla.
Con el uso de tecnología de punta, agentes encubiertos del CTI de la Fiscalía General de la Nación llegaron a los sectores Las Tablitas, El Boliche y Sal Si Puedes, en Barranquilla (Atlántico). Interceptaciones telefónicas y seguimientos a personas, entre otras técnicas de policía judicial, pusieron al descubierto a ‘Los Tabucos’, una de las estructuras responsable de la mayoría de hechos delictivos en estos lugares y de la venta de estupefacientes.

El narcomenudeo de marihuana y cocaína se hacía en casas de familia, a las que se permitía el ingreso de algunos consumidores habituales y ya conocidos por los señalados integrantes de la organización. En ese sentido, los inmuebles eran utilizados como centros de acopio y casas de vicio, por lo que serán sometidos a procesos de extinción del derecho de dominio. Contra la estructura Tabuco se cumplen varias diligencias judiciales en Barranquilla que hasta el momento dejan 5 capturas.

La Cueva del Humo, Quindío
En las inmediaciones de la Universidad del Quindío la Fiscalía detecto un expendió de estupefacientes en una zona boscosa y abandonada en Armenia. Agentes encubiertos registraron la dinámica criminal de ese entorno, conocido como la ‘Cueva del Humo’ y detectaron que allí confluían ‘jibaros’, universitarios y estudiantes menores de edad que se acercaban por curiosidad o porque eran instrumentalizados por la red de narcomenudeo.

Contra esta organización la Fiscalía realizó 35 allanamientos y logró 35 capturas, además de la incautación de cocaína y drogas sintéticos como la cocaína rosada o 2 CB.

Unillanos
Gracias a la colaboración de las directivas de las universidades, los agentes encubiertos de la Fiscalía estuvieron muy cerca a los campus, como ocurrió en las inmediaciones de la Universidad de los Llanos, en Villavicencio. Allí fue posible detectar una estructura de venta de drogas  de la que hacían parte personas externas al centro educativo y algunos estudiantes. 
En Villavicencio 9 personas fueron capturadas.

Narco-hamburguesas en Soledad
Cuatro personas fueron capturadas en Barranquilla y Soledad (Atlántico), y una más fue notificada en centro carcelario por su presunta participación en una organización que camuflaba cocaína entre cajas las cajas utilizadas para empacar hamburguesas.

El estupefaciente iba escondido entre papeletas que simulaban ser la sal del producto alimenticio y de esta manera era entregado a domicilio a través de vehículos y mototaxis.

POR SOLICITUD DE MUCHOS ESTAMOS HACIENDO PRESENCIA NUEVAMENTE

Después de cinco meses de estar ausente este importante medio de comunicación en redes, y   a solicitud de muchos lectores hemos decidido ...