La
Fiscalía General de la Nación, a través de su policía judicial CTI y con apoyo de la Policía Nacional, logró la
captura de 328 personas que pertenecerían a diferentes eslabones de las
organizaciones que distribuyen estupefacientes en los alrededores de colegios y
universidades en el país.
Empeñada
en su propósito de afectar a las organizaciones criminales que inducen a los
niños, niñas y adolescentes al consumo de drogas y los exponen a los peligros
del tráfico de estupefacientes, la Fiscalía General de la Nación puso en marcha
la tercera fase de la operación ‘Reprobados’.
La
ofensiva contra el narcomenudeo en entornos educativos, en su fase anterior
dejó 160 capturas en el país y permitió desarticular grandes estructuras que se
habrían tomado parques, establecimientos comerciales y zonas comunes en las
cercanías de las principales universidades.
En
su momento llamó la atención la detención de 11 personas, entre jíbaros y
estudiantes, señaladas de conformar una red que controlaba la venta de
marihuana, cocaína y drogas de síntesis en el corredor universitario de
Teusaquillo, en Bogotá.
Ahora,
en desarrollo de la fase tres de la operación ‘Reprobados’, la Fiscalía General
de la Nación, en un trabajo articulado con otras autoridades, logró la captura
de 328 presuntos integrantes de organizaciones dedicadas a la producción,
transporte, almacenamiento y expendio de estupefacientes en entornos
educativos.
La
jornada se cumplió durante la última semana de marzo y la primera de abril, y
en ella fueron impactadas 77 instituciones educativas (68 colegios y 9
universidades). En total se realizaron 266 diligencias de registro y
allanamiento en 18 seccionales de la Fiscalía, sobresalen:
Santander
(45 capturas)
Tolima
(44 capturas)
Bolívar
(38 capturas)
Risaralda
(31 capturas)
Boyacá
(24 capturas)
Quindío
(23 capturas)
En
el corazón de La Pola, en Bogotá
La
Pola. Así se reconoce un confluido sector en el centro de Bogotá donde la vida
académica es preponderante por la presencia de varias instituciones
universitarias y la creciente construcción de edificios de apartamentos que son
arrendados a los estudiantiles.
Hasta
allí llegaron investigadores del CTI de la Fiscalía quienes se infiltraron en
una compleja organización criminal cuyo radio de acción comprende el polígono
universitario del centro de la ciudad, entre las localidades de Santafé, La
Candelaria y Teusaquillo.
Con
esta intervención, la Fiscalía constató lo que sería un negocio ilícito
cambiante, por lo que se recurrió a la figura del agente virtual, consagrada en
la Ley 1908 de 2018, para acceder a los grupos de WhatsApp usados para promover
y vender sustancias ilegales en los entornos educativos.
Modalidades
Ventas
en establecimientos de comercio y a domicilio.
El
expendio de drogas a referidos o personas recomendadas por consumidores
habituales, en establecimientos de comercio como papelerías y café internet,
con entregas a domicilio, era la modalidad más recurrente de esta organización
delincuencial.
Videos
registrados por los agentes de la Fiscalía permitieron identificar a Héctor
Jaime Espinosa Vélez, alias James, presunto cabecilla de la organización
encargado de almacenar y comercializar marihuana, cocaína y drogas sintéticas,
muchas de ellas hechas con medicamentos utilizados para trastornos
psiquiátricos o tratamientos veterinarios.
Junto
a alias James delinquen: Olga Lucia Pino Peñaloza, su compañera sentimental;
Didier Javier Loaiza Parada, considerado como el socio de confianza; y Fidel
Vanegas Bravo, alias Don Mario.
Los
investigadores de la Fiscalía llegaron al corazón de la organización de este
señalado delincuente hasta su centro de almacenamiento y distribución, y
constataron el uso de productos legales, como envolturas o filtros saborizados
para tabaco, en los que ocultaban cigarrillos de marihuana. De esta forma,
alteraban el contenido real y usaban un método de camuflaje y engaño con el que
intentaban evadir los controles de las autoridades e inducían con mayor
facilidad a los jóvenes al consumo.
Asimismo,
los agentes encubiertos detectaron que las drogas eran ofrecidas y sus ventas
concretadas a través de WhatsApp o llamadas telefónicas a grupos muy cerrados
de estudiantes o consumidores referidos por ‘clientes’ de esta red
delincuencial. En ese sentido, la labor de infiltración tardó casi 8 meses
hasta que los funcionarios ganaron la confianza de alias James.
El
mismo cabecilla de la estructura era el encargado de cerrar las negociaciones
ilícitas cuando las entregas se hacían en el establecimiento comercial en el
que trabajaba, y sus cómplices hacían domicilios hasta los inmuebles arrendados
por los estudiantes en el centro de Bogotá.
Expendio
en parqueadero
Una
parte importante de los estupefacientes se distribuía en parqueaderos cercanos
a la Universidad de Los Andes, en el extremo oriental. Estos establecimientos
eran administrados por Jorge Andrés Pinilla Forero, alias Choncho, quien junto
a sus hermanos permitiría el ingreso de vehículos conducidos por consumidores
habituales o referenciados previamente por la organización.
Las
transacciones ilegales quedaron grabadas por los agentes infiltrados que
descifraron la rutina, los horarios y
las formas de camuflaje utilizadas.
Los
videos de la zona, que ya reposan en poder del CTI de la Fiscalía, las
interceptaciones telefónicas y la demás evidencias físicas permitieron tener
claridad sobre la cadena de distribución que estaría integrada por: ‘Jairo’,
‘Flaqui’, ‘Pacho ’, ‘Chávez’, ‘El Cucho’, ‘Mechudo’, ‘Fernando’, ‘Andrés’,
‘Ismael’ y ‘El Tío’, cada uno de ellos con un rol determinado como vendedores,
proveedores, socios o campaneros (alertar los movimientos de las autoridades).
Capturas
En
este momento, investigadores del CTI de la Fiscalía, con apoyo del Ejército
Nacional, realizan las diligencias de registro y allanamiento en el centro de
Bogotá. 11 presuntos integrantes de la red han sido detenidos, entre ellos
Héctor Jaime Espinosa Vélez, alias James; y Jorge Andrés Pinilla Forero, alias
Choncho. Estas personas serán presentadas ante jueces de control de garantías y
se les imputarán los delitos de concierto para delinquir, y fabricación,
tráfico y porte de estupefacientes.
Con
los elementos recaudados en el curso del proceso, el fiscal de conocimiento
compulsará copias para que la Dirección Especializada de Extinción del Derecho
de Dominio imponga las medidas correspondientes sobre los parqueaderos,
establecimientos comerciales y otros inmuebles que estuvieron al servicio del
narcomenudeo en el sector La Pola.
Gato
Negro, Cauca y centro del país
Uno
de los aspectos más destacados de la operación ‘Reprobados’ es que se llegó al
corazón de las redes de producción, transporte y distribución de la marihuana
que se vende en entornos educativos.
Los
investigadores evidenciaron que, a cambio de un cobro por gramaje, una
disidencia del frente sexto de las desmovilizadas Farc, al parecer, cuida los
cultivos de marihuana que una pareja de esposos y Karina Julieth Bermeo, alias
Karina, tienen en el corregimiento Tacueyó, en Toribio (Cauca).
Precisamente,
estas tres personas serían los denominados capos de la región y, al parecer,
movían los cargamentos de la planta procesada, macerada y lista para su
comercialización hasta Santander de Quilichao (Cauca). Su actuar criminal está
documentado gracias a los videos y evidencias obtenidas por los agentes
encubiertos que, desde julio de 2018, conocieron con detalles su rutina
criminal, los puntos de cargue y almacenamiento de la marihuana en casas y
bodegas.
Desde
Cauca la droga salía camuflada entre cajas que daban la apariencia de
encomiendas o equipaje, y era transportada en buses de servicio público desde
Santander de Quilichao hasta Tunja (Boyacá). Los agentes infiltrados en la
estructura establecieron y dan cuenta que mediante esta modalidad alcanzaban a
trasladar hasta dos toneladas de estupefaciente.
En
Tunja los cargamentos serían recibidos por alias ‘El Boyaco’, señalado
cabecilla de la banda delincuencial autodenominada ‘Gato Negro’. Esta persona
tendría a su cargo algo más de 50 hombres y mujeres a quienes supuestamente les
encargaría el transporte de la “mercancía”, una labor que, incluso, habría
coordinado mientras estuvo privado de la libertad en 2018 (recluido en la
cárcel Modelo de Bogotá por tráfico de estupefacientes).
Alias
El Boyaco es sindicado de definir las cantidades de estupefaciente que salen
desde sus puntos de acopio en Tunja hacia municipios de Santander, Meta,
Boyacá, Norte de Santander, Arauca y Cundinamarca, y seis ciudades capitales
(Bogotá, Villavicencio, Bucaramanga, Cúcuta, Arauca y Tunja). De igual manera,
hay material probatorio que indicaría que la sustancia también llegaba a
contactos en Venezuela, exactamente a Valencia, Estado de Carabobo.
La
labor de infiltración realizada por la Fiscalía reafirmó que el destino final
de todo el estupefaciente eran los entornos educativos, en los que ‘jíbaros’
envenenaban a los niños, niñas y adolescentes, y los instrumentalizaban para
entregar las dosis. Parte de esta actividad ha sido detectada en los
alrededores de varias universidades de Tunja, algunos colegios en Sogamoso, y
centros de educación técnica y superior en Bogotá.
De
acuerdo con el material probatorio, la cadena criminal de distribución le
dejaría a ‘El Boyaco’ una rentabilidad millonaria, en el entendido que dos
toneladas de marihuana salen de la zona de producción de Toribío con un costo
aproximado de 110 millones de pesos, luego de ser embaladas en Cauca y
transportadas hasta Tunja su valor asciende a 250 millones de pesos, pero ya
comercializada por el cabecilla de la red en los distintos municipios supera
los 880 millones de pesos.
Capturas
Gracias
al abundante material probatorio, la Fiscalía General de la Nación logró la
captura de 22 presuntos integrantes de ‘Gato Negro’, en diligencias judiciales
cumplidas en Tunja y otros municipios de Boyacá, Cauca, Cundinamarca, Santander
y Meta.
Entre
los detenidos está Eide Alexis Castro Blanco, alias Boyaco, máximo cabecilla de
la organización delincuencial, quien será presentado ante un juez de control de
garantías y se le imputarán los delitos de concierto para delinquir, porte
ilegal de armas y tráfico, fabricación o porte de estupefacientes. Estos mismos
cargos les serán formulados a las otras 21 personas detenidas.
Otras
ciudades
Tabuco,
Barranquilla.
Con
el uso de tecnología de punta, agentes encubiertos del CTI de la Fiscalía
General de la Nación llegaron a los sectores Las Tablitas, El Boliche y Sal Si
Puedes, en Barranquilla (Atlántico). Interceptaciones telefónicas y
seguimientos a personas, entre otras técnicas de policía judicial, pusieron al
descubierto a ‘Los Tabucos’, una de las estructuras responsable de la mayoría
de hechos delictivos en estos lugares y de la venta de estupefacientes.
El
narcomenudeo de marihuana y cocaína se hacía en casas de familia, a las que se
permitía el ingreso de algunos consumidores habituales y ya conocidos por los
señalados integrantes de la organización. En ese sentido, los inmuebles eran
utilizados como centros de acopio y casas de vicio, por lo que serán sometidos
a procesos de extinción del derecho de dominio. Contra la estructura Tabuco se
cumplen varias diligencias judiciales en Barranquilla que hasta el momento
dejan 5 capturas.
La
Cueva del Humo, Quindío
En
las inmediaciones de la Universidad del Quindío la Fiscalía detecto un expendió
de estupefacientes en una zona boscosa y abandonada en Armenia. Agentes
encubiertos registraron la dinámica criminal de ese entorno, conocido como la
‘Cueva del Humo’ y detectaron que allí confluían ‘jibaros’, universitarios y
estudiantes menores de edad que se acercaban por curiosidad o porque eran
instrumentalizados por la red de narcomenudeo.
Contra
esta organización la Fiscalía realizó 35 allanamientos y logró 35 capturas,
además de la incautación de cocaína y drogas sintéticos como la cocaína rosada
o 2 CB.
Unillanos
Gracias
a la colaboración de las directivas de las universidades, los agentes
encubiertos de la Fiscalía estuvieron muy cerca a los campus, como ocurrió en
las inmediaciones de la Universidad de los Llanos, en Villavicencio. Allí fue
posible detectar una estructura de venta de drogas de la que hacían parte personas externas al
centro educativo y algunos estudiantes.
En
Villavicencio 9 personas fueron capturadas.
Narco-hamburguesas
en Soledad
Cuatro
personas fueron capturadas en Barranquilla y Soledad (Atlántico), y una más fue
notificada en centro carcelario por su presunta participación en una
organización que camuflaba cocaína entre cajas las cajas utilizadas para
empacar hamburguesas.
El
estupefaciente iba escondido entre papeletas que simulaban ser la sal del
producto alimenticio y de esta manera era entregado a domicilio a través de
vehículos y mototaxis.