La Fiscalía logró que
un hombre que fungía como sacerdote de una iglesia de Pitalito (Huila), fuera
condenado a la pena de 17 años de prisión (204) meses por el delito de acceso carnal abusivo con menor de 14 años agravado
en concurso homogéneo y sucesivo, del que fue víctima un niño de 12 años, entre
los años 2011 y 2013.
El Juzgado 1° Penal del
Circuito de ese municipio dio credibilidad a la teoría del ente acusador para
demostrar la culpabilidad del hombre, que aprovechando la confianza depositada
en él por parte de la víctima quien era su acólito, al igual que de su familia,
actuó de manera ilícita violentando la integridad física y sexual del menor de
edad.
El hecho se descubrió
el 14 de septiembre del año 2013, cuando la madre del menor de edad los
sorprendió discutiendo en su casa, mientras el niño lo amenazaba con un
machete.
Descubrió la mujer que
su hijo quería evitar ser víctima de una nueva agresión que ya se había dado la
noche anterior, y que había tenido su origen durante la Semana Santa del año
2011, cuando era acólito del hoy condenado.
Según la investigación,
una noche el pequeño se quedó en la iglesia para ultimar detalles de una
eucaristía que tenían a primera hora el día siguiente, y el victimario de 43
años aprovechó la situación para realizarle actos libidinosos.
El niño quiso evitar
que esto sucediera e intentó comunicarle al sacerdote principal lo que estaba
pasando, pero fue amenazado por el agresor con denunciar ante las autoridades a
un pariente suyo que estaba en líos judiciales.
Fue así como el
condenado después de abusarlo durante esa época, se marchó y regresó dos años
después, por lo que el menor de edad se le enfrentó.
La condena quedó
ejecutoriada y contra el sacerdote se emitió orden de captura para que responda
por esos delitos.