El pasado 13 de junio
hubo un bombardeo de la Fuerza Aérea contra las disidencias de las Farc en zona
rural de Fortul, Arauca, el cual dejó un saldo de al menos 16 irregulares
muertos. Esa fue la noticia.
Sin embargo, días
después la necropsia de Medicina Legal dejó al descubierto algo que para muchos
en Arauca era un secreto a voces: la presencia de venezolanos en esas
estructuras armadas.
La evidencia fue
contundente. Según el reporte de Medicina Legal, de los siete cuerpos
identificados, cuatro son de ciudadanos del vecino país. De otros seis todavía
no ha sido posible verificar su identidad.
Los cuerpos fueron
trasladados hasta Villavicencio para las necropsias y hasta ahora solo se sabe
que la familia de uno de los muertos ha intentado reclamar su cadáver, quien
sería un militar venezolano.
En las sabanas de
Arauca desde hace días se sabía que había venezolanos desempleados que estaban
siendo contratados por grupos ilegales para que se incorporaran a sus filas,
aprovechando la difícil situación económica en la nación vecina.
Y eso fue confirmado
por el propio Ejército. “Se tiene información de inteligencia de que jóvenes
venezolanos están conformando los grupos armados organizados y el Eln”, dijo el
coronel Miguel Ángel Fajardo, comandante de la Brigada XVIII.
Pero no fue solo él. El
gobernador de Arauca, Ricardo Alvarado, dijo que esta situación en su
departamento es un secreto a voces.