Equipos de socorro
intentan ayudar este domingo a las miles de personas en Ecuador damnificadas
por un potente sismo, el más fuerte en 40 años, que causó al menos 235 muertos,
más de 1.500 heridos y destrozos considerables en varias provincias costeras y
zonas turísticas.
En rueda de prensa, el
vicepresidente Jorge Glas reportó 235 muertos, 1.557 heridos y más de 189
réplicas de distantas intensidades luego del terremoto de magnitud 7,8,
ocurrido el sábado sobre las 18H30 locales.
A la entrada de
Portoviejo, una de las ciudades más afectadas, el escenario era desolador:
casas destruidas, postes de luz caídos en las calles y escombros esparcidos por
el asfalto, donde muchos vecinos decidieron pasar la noche, todavía
conmocionados por el potente temblor.
“Cómo no voy a llorar,
había una persona atrapada que gritaba pidiendo auxilio, pero después ya dejó
de gritar. Ay, Señor, fue terrible”, dijo Nelly, una desconsolada mujer de 73
años, frente al destruido mercado de abastos del Abdón Calderón, en las afueras
de Portoviejo.
“Fue horrible, primera
vez que siento un sismo como este, me pareció que duró como un minuto y medio.
La casa parecía que se caía. Estoy sorprendida, no me imaginaba que esta ciudad
quedara así“, declaró visiblemente afectada Bibi Macontos, de 57 años.
El terremoto, el más
fuerte desde 1979, tuvo una duración de aproximadamente un minuto.
“Barrio Tarqui de Manta
muy afectado. Pedernales destruido. Vicepresidente se dirige a Portoviejo“,
informó en su cuenta en Twitter el presidente Rafael Correa, quien tiene
previsto llegar este domingo al puerto de Manta, en la zona más impactada por
el terremoto, de regreso al país tras una visita al Vaticano.
En Pedernales,
epicentro del sismo, con playas sobre el Pacífico y fuerte actividad turística,
las autoridades estimaban entre 300 y 400 muertos y una treintena de hoteles
completamete derruidos.
“Pedernales está
devastado, los edificios se han caído, en especial los hoteles donde hay muchos
turistas hospedados están cadaveres, personas fallecidas. Queremos auxilio”,
dijo el alcalde Gabriel Alcívar, en declaraciones a medios locales.
El vicepresidente
señaló que llegará “ayuda de Chile, Colombia, de Centroamérica, de España,
especializados en el rescate”, señaló Glas, quien descartó nuevamente alerta de
tsunami.
20 veces más que en Japón
Correa, que anunció la
activación de líneas de crédito de contingencia “por cerca de 600 millones de
dólares”, dijo que la “prioridad inmediata” es el rescate de las personas entre
escombros.
“Apoyo de rescatistas
del exterior. En camino dos hospitales móviles. Electricidad lista sólo para
ciertos sectores. Hay que ser cuidadosos por escombros y postes caídos”,
tuiteó.
Y agregó: “Seguridad
pública controlada. Albergues preparándose. Todo el país movilizado. Gracias al
mundo entero por solidaridad”.
En su oración de Regina
Coeli este domingo, el papa Francisco pidió por los ecuatorianos.
“Un violento terremoto
ha golpeado a Ecuador, causando numerosas víctimas y graves daños. Roguemos por
su población. Que la ayuda de Dios y de sus hermanos les dé fuerza y consuelo”,
dijo Francisco.
Glas informó que el
gobierno ha movilizado a la zona más de 14.000 miembros de las fuerzas de
seguridad y 241 “profesionales de la salud”, entre otros socorristas.
La jefa de la
diplomacia europea, Federica Mogherini, expresó la solidaridad de la UE y
anunció que se activó el mecanismo de protección civil para ofrecer apoyo.
“Nuestros pensamientos
están con las víctimas, sus familiares y amigos y con todos aquellos que se han
visto afectados”, dijo Mogherini en un comunicado.
Según David Rothery,
profesor de ciencias planetarias en la Open University del Reino Unido, “el
terremoto de Ecuador se produjo en tierra” y la energía total liberada fue
alrededor 20 veces mayor que la del sismo en Japón la madrugada del sábado,
explicó.
“No existe una relación
causal entre los terremotos de Ecuador y Japón. Alrededor de veinte terremotos
de magnitud 7 ocurren cada año en el mundo”, señaló el experto.
