La empresa estaba en el ojo del huracán, luego de que por
presunta negligencia dejara morir una bebé que padecía síndrome de Down en
Bogotá.
Las razones para intervenir a la EPS tuvieron que ver, entre
otras, con el no pago de sus obligaciones a la red prestadora de servicios de
salud, falta de confiabilidad de sus estados financieros, reiterados
incumplimientos a las órdenes de la Superintendencia, desconocimiento de las
normas sobre contratación con las Empresas Sociales del Estado y un margen de
solvencia negativo, dice un comunicado de la Superintendencia de Salud.
La Superintendencia afirma que Solsalud no "está en
capacidad, dentro de un término razonable, de superar la mayoría de las
circunstancias que motivaron la intervención. En particular, se ha verificado
que los indicadores financieros que le permitirían permanecer en el Sistema
General de Seguridad Social en Salud no se han cumplido, al punto de que, tanto
en el régimen contributivo como en el régimen subsidiado, continúa con margen
de solvencia y patrimonio mínimo negativos".
A esto se le suman "los lamentables hechos conocidos en
los últimos días" que ponen en evidencia que "Solsalud podría haber
incurrido en conductas que vulneran el derecho a la salud, tales como impedir u
obstaculizar la atención inicial de urgencias, y poner en riesgo la vida de las
personas de especial protección constitucional".
Esta semana se conoció el caso de Paula Sofía Lesmes, de
nueve meses, quien padecía síndrome de down y quien murió tras sufrir
complicaciones por un problema cardiovascular.