Ana Cristina Solarte,
expareja sentimental del exfiscal de la jurisdicción especial para la paz,
Carlos Julián Bermeo, fue capturada el 1 de marzo en un operativo liderado por
la DEA en el hotel JW Marriot en el norte de la capital del país. Para la
Fiscalía, ella hacia parte de una organización criminal que estaba tratando de
frenar la extradición de Jesús Santrich y, además, estaban coordinando el envío
de cocaína a Europa.
Nueve meses después de
estar en prisión, Solarte salió libre y habló en primicia con BLU Radio.
Según su testimonio,
llegó el 28 de febrero a Bogotá porque ese 1 de marzo tenía que estar en la
universidad Cooperativa para hacer el trámite de matrícula como, supuestamente
lo hizo en la mañana. El exfiscal Bermeo la invitó a almorzar y dijo que lo
acompañara primero al hotel.
“Me dice que me bajé
del carro, me bajé y me fui al lobby del hotel, se demoró más de los cinco
minutos que me había dicho y me molesté. Cuando llega, le reclamo y le digo que
quiero ir primero al baño. Cuando camino hacia el baño él me introduce el
dinero a la mochila, no me percaté que era dinero. Cuando entro al baño y
cuando buscaba mi maquillaje me doy cuenta que era dinero. Cuando salgo del
baño a preguntarle a él por eso y a irnos a almorzar, me capturan”, dijo
Solarte.
Ana Cristina añadió que
es inocente y que no conocía a ninguno de los otros capturados, solo al
exfiscal Bermeo.
“No sabía lo que estaba
pasando en ese hotel, no sabía quiénes eran esas personas, jamás en mi vida las
había visto, no tenía interés en saber Julian con quien estaba hablando porque
estaba ocupada en los temas”, sostuvo.
Solarte dijo que la
razón por la cual ha estado en la cárcel es Bermeo.
“Julian de manera
irresponsable, sin mi consentimiento, introduce ese dinero en mi mochila y esa
es la razón por la cual he estado 9 meses privada de la libertad, padeciendo y
sufriendo cosas que no tengo por qué padecer, porque soy completamente
inocente”.
Ana Cristina quedó en
libertad porque el juez respaldó la hipótesis de su abogado Alejandro Carranza
y de la Procuraduría en el sentido que no hay inferencia razonable de su
participación en los delitos de los que se le acusa. Sin embargo, ella sigue
vinculada al proceso por los delitos de cohecho, concierto para delinquir y
tráfico de influencias, de los cuales se declara inocente.