A 51 años y 10 meses de
cárcel fue condenado el arquitecto Rafael Uribe Noguera por la muerte de
Yuliana Samboní, bajo los delitos de feminicidio agravado, secuestro simple y
acceso carnal. Asimismo se le impuso una multa de 100 salarios mínimos
($73’771.700).
La sentencia, emitida
por la juez 35 con funciones de conocimiento de Bogotá, advierte que “esta debe
ejemplarizar a la sociedad sobre la gravedad de los delitos cometidos contra
los niños, pero en este caso fue contra una menor en su condición de niña y
mujer”.
Asimismo, pese a que
Rafael Uribe Noguera aceptó desde un inicio su responsabilidad en los hechos,
la juez aseguró que una tercera persona, al parecer, participó en los actos de
abuso contra la menor.
Agregó que el
arquitecto “aprovechó su condición económica para engañar a la menor y
someterla a toda clase de vejámenes, que finalmente la condujeron a la muerte”.
Luego de conocer la
sentencia a Uribe Noguera, Juvencio Samboní, padre de la menor, señaló que a la
justicia le hace falta imponer la pena de muerte para los violadores y asesinos
de niños en Colombia.
“Yo lo que creo que
hace falta es la pena de muerte, pero lastimosamente en este país no se da y
por eso el país está como está”, dijo.
Al señalarse la
sentencia, tanto la defensa de la víctima como la Fiscalía General anunciaron
que apelarán la condena ante el Tribunal Superior de Bogotá.
En desarrollo de dicha
investigación, la Fiscalía señaló que el arquitecto se desplazó hasta el barrio
Bosque Calderón en el norte de Bogotá y de manera agresiva raptó a la menor,
quien se encontraba en la calle jugando con uno de sus primos en la mañana de
ese domingo.
Al ser denunciada la
desaparición de la niña de 7 años por parte de sus familiares, el Gaula de la
Policía identificó el automóvil y al dueño del mismo, a través de los videos en
las cámaras de seguridad del sector.
El carro que se
encontraba registrado a nombre de la esposa del abogado Francisco Uribe Noguera
fue ubicado en manos de su hermano Rafael, información que establecieron las
autoridades luego de que lograran contactarse con el abogado Uribe Noguera, en
horas de la tarde, durante el día de los hechos.
Tras el secuestro y en
medio de las investigaciones, la Fiscalía señaló que inicialmente Rafael Uribe
Noguera ingresó a su apartamento ubicado en la Carrera 4 con Calle 63, una vez
llevaba consigo a la menor; sin embargo, se trasladó unos minutos después al
apartamento del edificio Equus 66, en donde finalmente se halló el cuerpo sin
vida de la menor.
Como resultado de las
pesquisas realizadas por la Fiscalía, se estableció que la pequeña fue
golpeada, abusada y maltratada por parte de Rafael Uribe Noguera.
De igual forma, el
organismo judicial manifestó que Catalina y Francisco Uribe Noguera, hermanos
de Rafael, intentaron desviar el curso de las investigaciones al negarse a
contestar el teléfono cuando el Gaula trataba de ubicar el vehículo en el que
había sido secuestrada la menor, además y al parecer, manipularon elementos
hallados en la escena del crimen dentro del apartamento en donde apareció el
cuerpo de Yuliana.
Además, la Fiscalía
advirtió que Catalina Uribe Noguera supuestamente borró varias conversaciones
de los teléfonos de sus hermanos y del suyo, razón por la cual la Fiscalía los
llamó a juicio por los delitos de favorecimiento de homicidio y ocultamiento de
material probatorio.