POR: Unidad investigativa de el Tiempo
Esposa del oficial tiene un
local en un proyecto que el señalado capo hizo en un lote de un 'para'.
Hace ocho días, el general
de la Policía Flavio Buitrago Delgadillo salió a desmentir categóticamente
cualquier nexo personal con Marco Antonio Gil Garzón, el ‘Papero’, señalado
capo capturado hace 15 días por la Dijín. La reacción del oficial –destacado
por su lucha antisecuestro y desempeño como jefe de seguridad del presidente
Álvaro Uribe Vélez– se produjo luego de que EL TIEMPO reveló que varias
llamadas que allegados al ‘Papero’ hicieron tras su captura entraron a su
celular. niega nexo con 'Papero' y dice
que aclarará señalamientos). “Quiero aclarar que mi relación con el señor Gil
se produjo en el campo profesional en el marco de mi deber como Policía y
comandante del Gaula Bogotá por el secuestro de su hija, Andrea Gil, el día 21
de agosto de 1997”, dijo Buitrago en un comunicado, y esa misma semana fue
llamado a calificar servicios. Sin
embargo, EL TIEMPO investigó y encontró más lazos entre el oficial y el
señalado narco, a quien la Fiscalía se alista a llamar a juicio. Según
documentos obtenidos en notarías y oficinas de registro, la relación trascendió
a lo comercial. El hilo conductor es Elba Alieth Pulido Solano, esposa de
Buitrago, quien aparece en Cámara de Comercio como productora de tubérculos,
frutas y especias. El 30 de agosto de 2006, la esposa del oficial aparece
comprando –en compañía de Marlén Herrera Pardo, comerciante de Corabastos– un
local de 74 metros cuadrados en Unicentro
de Villavicencio, por 369 millones.
La compra se realizó con Inversiones Gómez Gil S.A., firma que el ‘Papero’
constituyó con un reconocido constructor para levantar el centro comercial, de
56.000 metros cuadrados, 169 locales y 58.000 millones de pesos.
Rastro paramilitar
El proyecto se hizo en un
lote que Gil compró en abril de 1997 y que tiene un oscuro pasado. EL TIEMPO
rastreó a sus antiguos dueños y encontró a Ramiro Vanoy Murillo, ‘Cuco’,
narcoparamilitar extraditado a EE. UU. ‘Cuco’ lo adquirió, en 1991, de Rubén
Barrera, comerciante a quien su familia declaró desaparecido. Y, antes de
quedar en manos de Gil el terreno fue de Nebio Echeverry Cadavid, exgobernador
del Guaviare, señalado por EE. UU. como testaferro de Pedro Oliveiro,
‘Cuchillo’. Y aunque el negocio del local fue siete meses antes de que Gil
entrara a la Lista Clinton, surgen dos interrogantes: ¿por qué el general omitió
ese nexo comercial?, y ¿por qué no se indagó a Gil después de que se le vinculó
con el narcotráfico, más aún si se tiene en cuenta que, en ese momento,
Buitrago era jefe de seguridad de Uribe? Además, agentes antimafia de EE. UU.
se alistan a pedir que la Fiscalía verifique un nexo adicional: