La reducción en los asesinatos del año pasado –14.670 casos,
frente a más de 15.000 en el 2011, la cifra más baja en más de 27 años– estuvo
apalancada en una novedosa estrategia: concentrarse en la captura de los más
peligrosos homicidas que seguían en libertad, bajo el entendido de que la mayor
parte de esos crímenes los cometen personas que han matado antes. El año
pasado, fueron capturados 7.700 homicidas, un 9 por ciento más que en el 2011.
Varios de ellos llevaban prófugos varios años, y al menos un centenar estaban
condenados por tres o más asesinatos.
Hace menos de un mes, el 14 de diciembre, cayó uno de los
delincuentes más temidos de Medellín. Ese día, la Policía capturó en la vereda
La María, en Itagüí, a Jorge Iván Restrepo Cadavid, alias la ‘Vaca’. Lo
buscaban por 20 asesinatos, muchos de ellos por encargo de la ‘oficina de
cobro’ de La Unión.
En pocas semanas, esa
estrategia tendrá un refuerzo clave. En un moderno edificio construido en una
de las sedes de la Policía en el norte de Bogotá empezará a funcionar la
Central de Inteligencia para la Seguridad Ciudadana, que se dedicará 24 horas
de los siete días de la semana a combatir a las bandas dedicadas a la
delincuencia común, la que más afecta al colombiano de a pie. Es un proyecto
que empezó a ‘cocinarse’ hace dos años y en el que se han invertido más de
5.000 horas de ingeniería y casi 18.000 millones de pesos.
“Hasta hace una década
la preocupación de los colombianos estaba enfocada en el narcotráfico en gran
escala, en el narcoterrorismo. Como esto se ha venido superando, hoy en día los
colombianos tienen otras expectativas y necesidades en materia de seguridad
ciudadana”, dice el general José Roberto León Riaño, director de la Policía. El
FBI asesora a los colombianos en la estrategia contra los estafadores,
especialmente contra los que se mueven en la web. Con la información de esa
Central de Inteligencia, otro grupo de policías se debe encargar de recaudar
las pruebas que garanticen que las capturas de los delincuentes comunes
terminarán en largas condenas.